Una manera de decorar tu hogar y darle una nueva vista a tus espacios sin necesidad de realizar extensas remodelaciones o realizar un gasto excesivo es brindando textura a tus paredes. Lo mejor es que para ello, sólo hay dos imprescindibles: pintura y creatividad.
Trazos asimétricos, superficies rugosas, y demás texturas pueden darle personalidad a cualquier pared y brindarle una nueva dimensión a tu habitación, sala, comedor o cualquier espacio. No se requiere un pintor profesional, tan sólo con objetos como escobas, esponjas, una playera vieja, y por supuesto, la mejor pintura para casa, puedes crear texturas increíbles.
Se pueden realizar las texturas con un solo color, pero los efectos resaltan más al utilizar dos distintos tonos de pintura.
Lo más recomendable es pintar toda una pared con un color base, antes de aplicar la textura o el diseño con el segundo color.
Se recomienda usar dos tonalidades semejantes del mismo color, sin embargo, esto no es una regla. Siéntete libre de combinar los colores que quieras y que mejor vayan con el estilo de tu casa.
Con un poco de estambre se puede crear un efecto de líneas asimétricas. Sólo debes enrollar desordenadamente un rodillo y pasarlo por la pared. Esta misma técnica puede funcionar con una playera vieja, lo que hará que se vean más pronunciadas las líneas.
Un trapo o una playera también puede ser empleada sin un rodillo, para crear una textura muy llamativa. Lo único que debes realizar es remojar la playera o trapo en la pintura y presiónalo sobre la pared.
Un pedazo grande de plástico te puede servir para estampar un hermoso diseño. Una vez hayas elegido el color base para tu pared, y dejarla secar, debes aplicar por partes el segundo tono presionando el plástico en la superficie, para lograr una mayor adherencia puedes pasarle una brocha encima del plástico. Presiona unos instantes y antes de que la pintura seque, retira el plástico.
Para lograr cuadros asimétricos, puedes recortar cuadros de fieltro y pegarlos en un rodillo. Para pegar los pedazos de fieltro puedes utilizar silicón, aunque es posible que después de realizar los trabajos de decoración, tengas que comprar otro rodillo.
Para dar una sensación de rugosidad a las paredes, o de pequeñas manchas, puedes utilizar una esponja. Lo único que debes realizar es pintar la pared y antes de que seque totalmente, frota la superficie con una esponja. Para dar una mayor textura puedes hacerlo con un segundo color.
El mismo procedimiento lo puedes utilizar con una brocha. Sin necesidad de un segundo color, podrás ver trazos marcados en tu pared, como si se tratara de un lienzo.
Para tener líneas asimétricas y al mismo tiempo dar una textura rugosa a tus paredes, te recomendamos utilizar una escoba o cepillo de cerdas gruesas. Para esta técnica tampoco es necesario un segundo color y para que tenge el efecto deseado, te recomendamos pintar con estos utensilios al pasar una ligera segunda mano de pintura.
Con estas simples herramientas puedes dar una vista muy estilizada a tus espacios, remodelar tu hogar de forma práctica y por qué no, divertirte al hacerlo por tu cuenta, o con tu familia o amigos.
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